LA CANOA DEL MUSEO COMUNITARIO
EL HIJO DEL LAGO
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Con el paso del tiempo, la canoa, una pieza que olvidada en la casa de un pescador se ha convertido en la pieza central del museo por su significado cultural y económico en historia de la isla. José Luis Guzmán nos habla sobre esta pieza.
Por Karen Zúñiga
PT: ¿Cuál es la historia de la canoa?
LG: Aprendí con una francesa que hizo una tesis doctoral que era una canoa de 14 varas o tepari. Su investigación era sobre las canoas monoxilas; las canoas monoxilas tenían la característica que nada más son de un árbol muy grande. Se me hizo muy interesante el estudio porque hizo el comparativo desde una visión arqueológica de la canoa, el papel que jugaba la canoa en los imperios más importantes, la cultura mexica, los aztecas y los purépechas. Yo dije, ¿cómo esta francesa vino desde la universidad a estudiar la canoa?
Detalle de la canoa en EL HIjo del Lago.
A ella le dijeron que en el lago de Pátzcuaro había canoas, y cuando llega al museo de Pátzcuaro había una chiquitita, y en el lago había puras canoas de fibra de vidrio. Las canoas de madera, estaban en los hoteles de Pátzcuaro como macetas. Entonces yo una vez iba caminando y alguien me dijo que le enseñara la canoa de mi museo, pero para que la canoa llegara al museo fue toda una aventura.
La canoa estaba abandonada en una de las orillas de una isla que se llama La Pacanda, era de un pescador, y yo me hice muy amigo de él porque trabajamos en unos proyectos, así que me la regaló. No sabía en lo que me estaba metiendo, fui por la canoa en una lancha, la subimos atrás, me llevé como a 40 amigos, y pues fue una travesía subirlo, porque las calles están muy angostas.
Con el paso de los años, he sabido valorar la importancia de esa canoa, porque, creo que es de las pocas que existen en toda la rivera del lago de Pátzcuaro. Solamente hay otra que se está exhibiendo en el museo de antropología en la Ciudad de México.